martes, 5 de mayo de 2015

La primera vez que monté en Málaga en tren...

La primera vez que monté en Málaga en tren me pareció algo de otro mundo. El vagón, los asientos eran duros, pusimos las maletas debajo de nuestros pies que yo utilizaba para mirar por la ventana.
Fueron para mí maravillosos, porque me hizo descubrir lo que yo desconocía. Pasábamos por pueblos grandes con mucho movimiento de coches, motos y gente, pero otros eran tristes medios derruidos, con casas abandonadas. Según atravesamos el país del sur al norte, el paisaje era muy cambiante: llano, monte, ríos, secos.
1º Etapa de viaje: cambio de tren en Madrid. De una estación a otra, fue alucinante. Edificios tan altos que yo nunca había visto, tanto ruido y movimiento. Al fin, mi padre nos dijo, que se acercaba nuestro destino, las montañas verdes. “Qué bonitas” pero también, nuestra entrada en Bilbao. “Estación del norte” fue lluviosa y fría, desde entonces han pasado muchas lunas desde que llegué a Bilbao. Pero aún me sigue pareciendo su paisaje precioso, cuando viajo a otros sitios, estoy deseando volver porque se respira de otra manera. Ahora mi Galdakao. Agur.

María Martínez

1 comentario:

  1. tenias que ser muy pequeña para poner las maletas para ver

    ResponderEliminar