Aquel verano de 1977, en la hermosa zona de Ribadesella, en una de sus playas. Aquel día hacía un tiempo fabuloso: buena temperatura, un cielo azul. Ni una nube, preparamos todos los trastos que se suelen llevar: “objetos de juegos para niños”. Fuimos toda la familia a la playa.
Yo tenía nueve años, que para mi edad debería de saber nadar porque pensé o comparé el río con el mar. Ya que en aquella playa cuando bajaba la marea, se quedaban como una especie de piscinas que parecían lo que no eran. Yo me tire rápidamente al llegar a la playa, jugué en el agua hasta que cuando fui a salir quise poner el pie y no tocaba. Me entró tal pánico que casi me ahogo.
Conseguí darme un impulso y salir. Fui corriendo donde mis padres y les conté lo que me había pasado y me dijeron: ¿Qué te habíamos dicho? ¿De ten cuidado qué?
Moisés Requejo
Resulta entrañable leer tu aventura, la primera vez que te ahogabas... Nos remonta a otra época, éramos niños.
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