árboles y un parque, también pequeñito. Siempre nos reuníamos allí con unas niñas para jugar.
Aunque no había muchas cosas, siempre nos lo pasábamos muy bien: jugábamos a la comba, al balón...y junto a la casa había un río pequeño al que también solíamos ir a nadar.
Teníamos mucha curiosidad por ir al cine ya que no sabíamos ni como era. Nunca habíamos ido porque en el pueblo donde vivíamos no había. Una vez a la semana íbamos a otro pueblo que estaba cerca del mío y allí tenía una amiga que siempre me decía que marchara con ella al cine. Aunque tenía mucha curiosidad, yo no me decidía a ir. Hasta que un día, no sé por qué fui con mi amiga al cine.
Fuimos y al entrar allí me sorprendió mucho ver esa pantalla tan grande y la sala llena de asientos. Me senté y enseguida apagaron las luces. Empezó la película. ¡Ese día fue inolvidable para mí!
Susana Hernández
Cuentas con precisión los recuerdos de la infancia y la curiosidad que sentías.No pierdas nunca la curiosidad por conocer cosas nuevas.
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