Cuando llegamos, tuvimos que esperar, porque llovía mucho. Al final, pudimos montar al de una hora. Cuando empezamos, yo no sabía conducirlo y me estrellaba cada dos por tres. Con el tiempo fui mejorando y remonté cuatro o cinco puestos.
Cuando terminamos, fuimos a merendar, y cogimos el coche para volver.
Sebastián Chaves
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