Por fin ha empezado a nevar. No es lo habitual de aquí, pero de vez en cuando sucede en mi tierra. Sí, sobre todo lo recuerdo de pequeña. Había días en los que no podíamos ir al colegio. ¡Pero de eso ha pasado mucho tiempo!
Me asomo a la ventana y veo los copos caer. Está empezando a ponerse blanco el suelo. Ahora la nieve está cuajando en los tejados de los edificios que han ocupado lo que antes eran campos verdes con caseríos y animales por todos los lados; caballos, ovejas y perros ladrando.
En ese mismo lugar edificaron también un polideportivo al que acuden miles de personas a hacer ejercicio y entre ellas un día me encontré yo.
Me apunté a “aqua gim”, gimnasia en el agua, esperando obtener un cuerpo 10 ¡pero no sé nadar! y por primera vez no pude contener el pánico al ver que me ahogaba y me iba al fondo. Fue horrible, así que no lo he vuelto a intentar. Fue la primera y última vez.
Pero pienso que nunca es tarde para marcarse nuevos retos y espero superar el miedo al agua. Para ello, primero tendré que aprender a nadar.
Maria Antonia Castaño
Has comenzado con una bonita descripción para contarnos una mala experiencia que piensas superar.¡Estupendo! ¿Has aprendido a nadar?
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