viernes, 27 de marzo de 2015

UN PERRO ABANDONADO

La primera vez que rescaté a un perro, fue una de las sensaciones más gratificantes de mi vida. La perrita llevaba meses deambulando por las calles, porque la habían abandonado. La pobre parecía un saquito de huesos, estaba sucia, tenía miedo a la gente; siempre mojada hasta los huesos, siempre tan indiferente ante las miradas, hasta que se cruzó con mi mirada, parecía pedir ayuda desesperadamente, y no miré hacia otro lado: la recogí. Movía su colita, pese a que tenía pánico. La llevé a un veterinario, la dieron vacunas, la bañamos, le dimos de comer, durmió calentita en mi cama. Y es el día de hoy que Lena vive con una familia que la adoptó; y jamás volverá a pasar penurias.
 Desde esa primera vez, a día de hoy, me dedico a rescatar animales, y con cada animal que recojo tengo la misma sensación que la primera vez.
 P.D.: Ayuda a un animal abandonado, no seas indiferente, por favor.
 

                               Igor Cedrún

1 comentario:

  1. Amar a los animales es amar a las personas.El abandono es una crueldad.

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